jueves, 13 de noviembre de 2014

Santo Rosario -46

Ella fue la primera en profesar solemnemente la virginidad, que antes era considerada como ignominiosa entre las mujeres hebreas.
Elevo esta virtud a la más alta cumbre de perfección posible a la criatura.
Fue la suya una virginidad singular y única, asociada por prodigio Divino a la maternidad.

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. 
Santa María, Madre de Dios ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

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