martes, 24 de septiembre de 2013
lunes, 16 de septiembre de 2013
Extracto
de una entrevista de Sor Emmanuel a Maria Simma.
¿Qué es exactamente el Purgatorio? - Diría que es una invención genial por parte de Dios. Y
aquí quisiera proponerles una imagen toda mía. Supongan que un día se abre una
puerta y aparece un ser extraordinariamente bello, de una belleza tal, nunca
vista sobre la tierra. Aquí quedan fascinados, trastornados por este SER de luz
y de belleza, tanto más que él demuestra estar locamente enamorado de ustedes
(lo que nunca se hubiesen imaginado); se dan cuenta que también él tiene un
gran deseo de atraerlos a sí, de abrazarlos; y el fuego del amor que quema ya
en sus corazones los empuja seguramente a precipitarse entre sus brazos. Pero
ustedes, se dan cuenta, en ese preciso instante, de que hace meses que no se
lavan, que huelen mal, que se sienten horriblemente feos; tienen la nariz que
chorrea, los cabellos grasosos y pegoteados, horribles manchas de suciedad
sobre la ropa, etc., etc.Entonces se dicen a sí mismos: "¡No, no es
posible que yo me presente en este estado!. Es preciso que antes me lave, me
duche, y luego, rápidamente, regrese a verlo…". Pero he aquí que el amor
nacido en sus corazones es tan intenso, tan fuerte, tan abrasador, que este
atraso debido a la ducha es absolutamente insoportable. Y el dolor mismo de la
ausencia, aunque dure sólo pocos minutos, causa un ardor atroz en el corazón.
Y, ciertamente, este ardor es proporcional a la intensidad de la revelación del
amor: es una Llama de amor... Pues bien, el Purgatorio es exactamente esto. Es
un atraso impuesto por nuestra impureza,
un atraso antes del abrazo de Dios, una Llama de
amor que hace sufrir terriblemente; una espera, o si quieren, una nostalgia,
del Amor. Es precisamente esta Llama, esta ardorosa nostalgia la que nos
purifica de todo lo que aún es impuro en nosotros. Me atrevería a decir que el
Purgatorio es un lugar de deseo, del deseo loco de Dios, de Dios que ya ha sido
reconocido y visto, pero al cual el alma todavía no se ha unido. Las almas del
Purgatorio hablan con frecuencia con María sobre ese gran deseo, de esa sed que
tienen de Dios, y cómo ese deseo es para ellas profundamente doloroso; es, sin
duda, una verdadera agonía. En la práctica el Purgatorio es una gran crisis,
una crisis que nace de la falta de Dios. Sobre esto he querido que María nos
precisara un punto fundamental: - María, ¿las almas del Purgatorio prueban
alegría y esperanza en medio de sus sufrimientos? - Sí, ningún alma quisiera
volver del Purgatorio a la tierra, porque ellas ya tienen un conocimiento de
Dios infinitamente superior al nuestro, y no podrían nunca más decidirse a
regresar a las tinieblas de este mundo. He aquí, entonces, la gran diferencia
entre los sufrimientos del Purgatorio y los de la tierra: en el Purgatorio,
aunque sea terrible el dolor del alma, la certeza que se tiene de vivir con
Dios es tan fuerte e indestructible que el gozo de esta certeza supera aun el
dolor; y por nada del mundo esas almas quisieran volver a vivir sobre la tierra
donde, al fin de cuentas, nunca se tiene seguridad de nada. - María, ¿ahora
podrías decirnos si es Dios quien envía un alma al Purgatorio, o si, en cambio,
es el alma misma quien decide de ir allí? - Es el alma misma quien quiere ir al
Purgatorio para purificarse, antes de entrar en el Paraíso. Pero aquí es
preciso decir también que el alma, cuando está en el Purgatorio, adhiere
perfectamente a la voluntad de Dios; por ejemplo, se complace del bien y desea
nuestro bien; experimenta tanto amor por Dios, y también por quienes aún
estamos en la tierra. Estas almas están perfectamente unidas al Espíritu de
Dios o, si quieren, a la Luz de Dios
http://www.medjugorje.es/mariasimma.php
sábado, 14 de septiembre de 2013
miércoles, 4 de septiembre de 2013
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